Formación en Género, Generación, Masculinidades y Poder
El equipo de educadores populares trabaja en la Asociación Ecuménica de Cuyo (AEC), en el desarrollo de procesos de formación-reflexión con varones, que posibiliten maneras de habitar las masculinidades en su diversidad y amplitud y que sean críticos a los mandatos y privilegios del modelo hegemónico patriarcal.
El dispositivo trabaja con varones de organizaciones sociales, culturales y partidos políticos, sindicatos, escuelas secundarias y universidades. A partir de una serie de enfoques ordenadores de los sujetos destinatarios y una serie de dispositivos pedagógicos específicos, se busca generar procesos de formación y transferencia metodológica para trabajar estas temáticas en la vida cotidiana de las organizaciones y en la comunidad.
Entendemos que el trabajo en masculinidades requiere de particularidades metodológicas, conceptuales y políticas. No basta transmitir nueva información o un nuevo discurso. El punto de partida es la vida cotidiana de los varones y de aquí se hace dialogar críticamente con la teoría. Se intenciona a que lo vivencial movilice los afectos, emociones, sentimientos y con esto integrarlo con los pensamientos e ideas de los mismos. Es por esto que se hace imprescindible el trabajo con el cuerpo, siendo sede de los principales aprendizajes que tenemos como varones y los mandatos.
La discusión sobre Masculinidades no es un asunto solo de teoría, el cuestionamiento pasa necesariamente por la revisión de las experiencias de vida, de la cotidianidad y de las vivencias.
Entendiendo que la Masculinidad Hegemónica se produce y reproduce en un circuito dialógico de socialización, naturalización e internalización de las formas de dominación en torno a las relaciones de género. Creemos que el dispositivo pedagógico sirve como manera de intervenir y modificar esas prácticas en los vínculos, la comunidad y sobre sí mismo. Además, empuja a que se develen los mandatos y privilegios, apuntando a que los participantes contacten con su propia experiencia, con su deseo.
Construcción de Redes
El trabajo con varones no es una tarea que se de en solitario, sino que por el contrario implica la constante creación de redes y articulaciones con diversas experiencias y grupos de trabajo.
A nivel regional la formación en género, generación, masculinidades y poder, viene siendo impulsora de espacios de reflexión al interior del CEAAL (Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe), como así también, siendo pioneros en la temática en espacios como la PMSS (Plataforma Mercosur Social y Solidario).
Respecto al contexto nacional, estamos participando de la R.E.M.A. (Red de Espacios de Masculinidades de Argentina) un espacio que nuclea experiencias de todo el país dispuestas a fortalecer y enriquecerse mutuamente. Aquí el equipo aporta su larga trayectoria en Educación Popular, característica central en el trabajo con varones.
En la provincia de Mendoza, la propuesta de formación es innovadora no solo por el enfoque sino también por la forma y ámbitos de trabajo. El espacio viene vinculándose con diversos sectores de la sociedad, desde articulación con la Universidad Nacional de Cuyo (en los niveles facultativos y en las escuelas secundarias), trabajos con organizaciones sociales y artísticas, hasta la realización de talleres con partidos políticos de diversos sectores. Además, se viene impulsando espacios como el Encuentro Provincial de Masculinidades, lugar donde se promueve el encuentro de diversos sectores que trabajen en la temática.
Talleres de masculinidad
El objetivo fundamental es que los varones puedan encontrar otras maneras de ser, es decir, otras maneras de pensar, de manejar sus sentimientos y emociones, nuevas maneras de comportarse y en definitiva de construir vínculos.
La idea es construir procesos de equidad y democracia en búsqueda de la prevención y erradicación las formas de violencia y discriminación.
La centralidad que se le otorga a la circularidad da la impronta de apertura a la ritualidad, que convoca y encuentra a los participantes en un tiempo y lugar común. Miradas a los ojos que incomodan, pero abren el espacio a la confianza e intimidad necesaria para la reflexión grupal.
Generando un lugar que posibilite la interpelación entre varones, donde se puedan pensar alternativas de acción, donde la experiencia de uno pueda servirle a otro. Para esto es necesario reconstruir la vincularidad-circularidad entre varones, corriéndonos del modo corporativo de relacionarnos hacia un modo de cuidado responsable.